El documento que marca la senda para que el sector textil acometa una transición para el horizonte de 2030 pues esa industria es la cuarta que más contribuye al cambio climático -tras alimentación, vivienda y movilidad- y la tercera en uso de agua y tierra.
Sólo el 1 % de los productos textiles es de origen reciclado, lo que supone que cada europeo tira 11 kilos de ropa al año, según la Agencia Europea del Medioambiente.
Bruselas quiere impulsar que se utilicen fibras recicladas y libres de productos químicos peligrosos y que la industria textil, donde el 75 % son mujeres, vele por que se respeten los derechos sociales de los trabajadores.
A futuro, Bruselas establecerá requisitos de diseño ecológico específicamente para textiles y medidas para evitar que liberen microplásticos, probablemente empezando con productos de moda doméstica como alfombras o cortinas, explicó el comisario.
Por ahora no se fijan objetivos específicos de reciclaje en la industria textil, pero la Comisión no lo descarta para más adelante.
Mientras tanto, Bruselas pide a las firmas de moda que se lancen menos colecciones al año y que se fomenten los servicios de reutilización y reparación, invitando a los Estados miembros a ofrecer un tratamiento fiscal favorable a estos negocios.